QUÉ ES LA ADICCIÓN AL AMOR
La adicción al amor es un trastorno compulsivo en el que se desea estar en la fase de enamoramiento de manera continua: cosquillas en el estómago, latidos acelerados del corazón, ensoñación, conversaciones por teléfono durante horas sin decirse nada en realidad, sexo apasionado, etc.
Las adictas al amor sienten un deseo enfermizo por conectar a nivel profundo con una pareja. Cuando encuentran a alguien que verdaderamente les apasiona, desean sentirse una con la otra persona. En otras palabras, se la quieren “comer”.
No confundir con la dependencia emocional. Cuando los síntomas de enamoramiento disminuyen, los adictos al amor suelen dejar la relación para ir a buscarlos en otra relación, con otra persona; los dependientes emocionales, no.
Tanto la adicción al amor como la dependencia emocional suele tener su causa en que la persona que la padece ha sufrido algún tipo de abandono emocional durante su infancia por parte de sus cuidadores. Esto resulta en que en la adultez sienten la necesidad casi enfermiza de conectar a nivel emocional con otro ser humano porque en su niñez no pudieron hacerlo con quien correspondía: sus padres, ni durante el tiempo o con la intensidad que correspondía. Muchas adictas al amor ni siquiera pudieron a aprender a conectar consigo mismas.
SÍNTOMAS DE LA ADICCIÓN AL AMOR
La adicción al amor puede manifestarse de diversas maneras en las personas. Aquí van 10 características comunes:
- Miedo al abandono: Los adictos al amor a menudo temen ser abandonados y harán todo lo posible por evitarlo, incluso a costa de su propio bienestar o traicionando sus valores.
- Necesidad constante de validación: Buscan de manera desesperada la aprobación y validación de su pareja para sentir que no les va a abandonar.
- Autoestima vinculada a la relación: su sentido de valía personal están estrechamente ligados a haber logrado estar con su pareja y esta fluctúa según la estabilidad de la misma.
- Priorización de la relación por encima de todo: Colocan la relación romántica en el centro de sus vidas, dedican una proporción muy grande de su tiempo a la relación, descuidando a menudo otras áreas importantes como el trabajo, la familia o las amistades.
- Tendencia a fantasear e idealizar a la pareja: Ven el amor y a su pareja a través de un filtro idealizado y suelen tener expectativas poco realista respecto a la felicidad que les puede proporcionar una relación de pareja.
- Impulsividad: No pueden contenerse y muy a menudo rompen la ley de la reciprocidad—terminan dando más a la relación de lo que reciben.
- Control negativo: El otro no puede satisfacer tanta demanda de atención y compromiso, se suele resistir y la adicta al amor reaccionar controlando, espiando, amenazando o chantajeando.
- Refuerzo intermitente: La otra persona suele resistirse a un excesivo control y la relación experimenta ciclos repetitivos de rupturas dolorosas, a menudo sin permitirse el tiempo necesario para sanar entre ellas.
- Tolerancia a comportamientos perjudiciales: Pueden tolerar o justificar comportamientos dañinos por parte de la pareja, incluso faltas de respeto e infidelidades, con tal de mantener la conexión emocional.
- Miedo a la intimidad: la adicta al amor suele relacionarse con algún tipo de máscara para gustar por su falta de autoestima en lo profundo. Es por esto que suele acabar saboteando sus relaciones cuando se hacen demasiado íntimas para no ser descubierta.
- Dificultad para establecer límites: Les resulta difícil establecer límites saludables en la relación, lo que suele llevar a incumplir la ley de la reciprocidad y verse en situaciones de sobreexigencia o autoexplotación.
Es importante destacar que estas características pueden variar en intensidad y no todas las personas con adicción al amor mostrarán todas estas señales. La ayuda profesional, como la terapia, puede ser crucial para abordar y superar estos patrones de comportamiento.
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CONFESIONES DE UNA ADICTA AL AMOR
«Algunas adictas al amor nos conformamos con migajas en vez de tener una relación real».
Conocí por internet a un chico gaditano cuando tenía 20 años. Nos escribimos cartas y nos telefoneamos, hasta que después de seis meses quedamos para conocernos el día de mi cumpleaños en Cádiz. Sin embargo él nunca se presentó.
Dejé de hablarle, pero enseguida le perdoné. Seguimos escribiéndonos de vez en cuando durante otros 10 años. En mi cabeza siempre pensaba que era un chico encantador. Y, por fin, un día quedamos para vernos en una habitación de hotel. Y esta vez sí que apareció.
En ese encuentro me di cuenta de que no teníamos mucho en común. Recuerdo verlo escribir y darme cuenta de que era zurdo. Y pensé: “¿Cómo puedo no saber esto de él después de 10 años?» También me preguntó que qué hacía con un libro, como si fuese un objeto peligroso. Parecía que no había tocado uno en su vida. Una bandera roja con lo que a mí me gusta leer, pero yo solo pensaba en que él había vuelto después de diez años y que aquella historia de amor era tan bonita y extraordinaria que se la contaría a mis hijos y a todo el mundo con orgullo.
Siguieron más encuentros y más decepciones… Hasta que volvimos a quedar para el día de mi cumpleaños y me volvió a dejar plantada. Nunca más supe de él.
LA RECUPERACIÓN: ¿Qué puedo hacer para recuperarme?
1️⃣ Reconocimiento de patrones: Identifica tus comportamientos para poder cambiar.
2️⃣ Aprender herramientas de autodisciplina: Contenimiento, límites, meditación…
3️⃣ Autoexploración: Profundiza en tu propio mundo emocional más allá de lo obvio, para comprender la causa origen de tu necesidad de amor constante y satisfacerla de manera consciente.
4️⃣ Fortalecimiento emocional: Aprende y practica las habilidades en un grupo protegido para tener una identidad e inteligencia emocional sólidas antes salir de nuevo al mercado. Así te aseguras de no flaquear ni perderte en la próxima oportunidad de relación romántica.
5️⃣ Solicita un plan personalizado: Pídele a tu mentora que te haga un Plan de acción personalizado con hitos y metas realistas a los que tienes que enfrentarte para medir tu progreso y ajustar los aprendizajes que necesitas.