¿SOY ADICTA?
Empezaré sin contemplaciones, poniendo de manifiesto una verdad como un templo: muy pocas personas reconocen que son adictas.
La palabra «adicción» tiene muy mala prensa. Apenas la pronunciamos nos evoca la imagen del drogodependiente marginado, infeliz y demacrado por su mala vida, que ya empezó en la infancia. Pero lamento decirte que ese estereotipo tiene poco que ver con la realidad hoy. La adicción se da en ricos y pobres, instruidos y analfabetos, en pueblos pequeños y en ciudades grandes. En todas partes y afecta todo tipo de personas.
Padecer una adicción puede, literalmente, arruinarte la vida, sin embargo, es una condición que suele pasar desapercibida durante mucho tiempo, especialmente para una misma.
La adicción es una enfermedad engañosa, así que te hago una advertencia de corazón:
“Lee este post y sal de dudas para poder resolverla cuanto antes y, si sientes muchas resistencias o te surgen muchas excusas para no leerlo, entonces, especialmente, ¡Contacta con un terapeuta!»
A menudo lo que menos queremos es precisamente lo que más necesitamos.
LA ADICCIÓN ES...
La adicción es cualquier conducta que una persona no puede detener pese a sus consecuencias adversas.
El corazón de cualquier adicción es la dependencia, la esclavitud, la falta de control sobre una misma.
A QUÉ SE PUEDE SER ADICTA...
A casi todo.
Las más conocidas son las adicciones de atracción: que consisten en la inclinación a consumir sustancias, personas o actividades que hacen sentir bien. El deseo de disfrutarlas, cuanto más tiempo mejor, controla a la persona que es incapaz de decidir libremente.
Alcohol | Drogas | Comida | Tabaco | Dulces |
Dinero | Poder | A una relación | A las relaciones | Sexo |
Televisión | Dormir | Comprar | Cirugía/belleza | Deporte |
Cuidar | Rescatar/ayudar | Aprobación | Aventuras | Limpieza |
Perfeccionismo | Competir | Riesgo | Juego | Ganar |
Orden | Puntualidad | Responsabilidad | Ser buena | Fantasía |
También están las adicciones de aversión (Anorexia): Consiste en la evitación de ciertas sustancias, personas o comportamientos que hacen sentir mejor a la persona. De la misma manera el deseo de ser evitarlos controla a la persona, que es incapaz de decidir libremente.
Intimidad | Sexo | Comida-anorexia | Conflictos | Sentimientos |
Emociones | Aviones | Animales | Gordura | Engaño |
Éxito | Compromiso | Riesgo | Soledad | Gastar |
Enfermedad | Alturas | Insectos | Dentistas | Oscuridad |
Hablar público | Rechazo | Limpieza | Sangre | Multitudes |
Fracaso | Agujas | Tormentas | Éxito | Insectos |
Las adicciones pueden parecer muy diferentes en la superficie pero son provocadas por las mismas causas profundas.
También es común que los adictos no tengan solo una adicción sino un conjunto. Algunas adicciones parecen ir juntas como la bulimia y el ejercicio físico, el alcohol y el tabaco, el juego y la adicción a la comida, por ejemplo.,
¿HAY ADICCIONES BUENAS Y MALAS?
NO.
Algunas adicciones sin duda que son más visibles que otras o gozan de mejor reputación. La adicción al alcohol, las drogas, el sexo o el juego, son consideradas por la mayoría como muy peligrosas y dañinas. Por el contrario, la adicción a la comida, al trabajo, al poder, al ejercicio físico o a la belleza, son consideradas por muchos como inofensivas, y a veces hasta convenientes. Pero no es así. La persona que se ve impulsada a reiterar su conducta sin que sea una elección está esclavizada, así que la conducta lejos de enriquecer su vida la tiraniza.
Todos sabemos los muchos riesgos para la salud que provoca la adicción a las drogas, pero también la adicción a la comida está detrás de la obesidad, la diabetes, la hipertensión, etc. Las adicciones sexuales son causantes de la mayoría de abusos sexuales que malogran muchas vidas injustamente y las personas adictas al trabajo suelen abandonarse y abandonar a su familia. Así que no, no hay adiciones buenas o malas.
¿ESTO ES ADICCIÓN? Pero, ¡Si lo hace todo el mundo!
La mayoría de la gente para juzgar una adicción aplica criterios erróneos como:
Atender a la frecuencia
Si “lo consumo o hago” todos los días, entonces soy adicto. Y a la inversa: si no lo hago todos los días, entonces de ningún modo soy adicto. ¡Error! Y gordo. La mayoría de los adictos no consumen a diario su droga o su actividad sino esporádicamente.
Atender a la cantidad:
Tampoco la cantidad consumida de tu droga o actividad, o los grados de la bebida elegida, por ejemplo, es determinante para la adicción. Lo que cuenta es el efecto global que tiene en la vida de quien la padece.
LAS 4 PREGUNTAS INFALIBLES
1.- ¿Sientes obsesión por la sustancia, la persona o la actividad?
La conducta adictiva se siente apremiante, así que es difícil de posponer. Quieres fumarte ese cigarrillo ya, no puedes esperar. Necesitas comprar ese bolso que has visto en un escaparate ya, no quieres esperar a mañana, ni al mes que viene que éste ya vas corta y tienes que hacerlo rápido “Lo compro y ya lo devolveré si eso, te dices”.
No te puedes quitar “tu droga” de la cabeza hasta que la consumes. Quiero ver a ese hombre “No ha llamado ni devuelto los mensajes, pero eso de esperar es anticuado y machista, ¡le llamaré yo para quedar!”. “Cuando llegue a casa me voy a poner una copa o a comerme un pastel”, pero sales al almuerzo y te dices “A partir de las 12 ya se puede beber” “Por una cervecita no pasa nada, todo el mundo lo hace” o “El lunes empezaré de nuevo la dieta”.
Eres capaz de hacer todo lo posible por consumir tu dosis. Pones mucha de tu energía, atención y tiempo en conseguir materializar tu deseo apremiante aunque “tengas que quitarte el pijama para ir a buscar tabaco” “tengas que enviar muchos mensajes o ponérselo muy fácil para que ese chico se acueste contigo” “o tengas que romper la hucha para comer ese mes porque te has pasado gastando en comprarte el último móvil”. Pero si pese a todo se malogra la ocasión de consumir tu droga, te sentirás muy frustrada, malhumorada e irascible o incluso podrás llegar a sentir pánico.
2.- ¿Has experimentado consecuencias negativas debido a tu adicción?
Lo que hace que una adicción sea una adicción es que se vuelve en contra de una. La adicción a la comida, al alcohol, al deporte, a ese hombre… se produce porque se obtiene bienestar y se inicia igual que cualquier otro hábito, la diferencia está en que esta conducta sí que tiene consecuencias negativas en tu vida pero tú sigues manteniéndola a pesar de ello.
Por ejemplo:
Las típicas consecuencias negativas de una persona adicta al alcohol serían que tenga la carrocería del coche hecha polvo, le hayan quitado alguna vez el carnet de conducir por alcoholemia, que los demás le digan que bebe demasiado, que tiene mal beber y se vuelve violenta, que le sienta mal y pierde la memoria o que las peores peleas con su pareja hayan sido cuando estaba ebria.
Para la persona adicta a una relación es frecuente mirar continuamente el móvil, si está o no en línea, bajar el rendimiento en su trabajo, estar desconcertada, tratar de controlar a su pareja, desvincularse de las amistades, bajar el listón respecto a lo que es aceptable y a la reciprocidad. Para una adicta a las compras: tarjetas dispuestas, renovaciones de deuda, préstamos rápidos… Para una adicta al sexo: conductas compulsivas de masturbación, visionado de pornografía, disminución del interés por su pareja, sexo con personas que no elegiría, conductas de riesgo y enfermedades de transmisión sexual.
Dado que debido a la adicción se van perjudicando todas las áreas de la vida los sentimientos de fracaso, impotencia, frustración, depresión y desesperanza aumentan y provocan a su vez un aumento del deseo de recurrir a “la droga” una y otra vez, para escapar del dolor y el sufrimiento. Así se crea un círculo vicioso.
3.- ¿Te sientes descontrolada?
Si has adquirido una adicción tendrás cada vez más dificultad para controlar o detener el consumo de “tu droga” una vez hayas incurrido en la primera copa, la primera apuesta, el primer cigarro o el primer mensaje.
Una mujer había ido de cena con sus amigas el sábado noche, estaba en la estación de metro porque al día siguiente trabajaba, pero había bebido un poco de vino y, como le solía pasar, se había puesto muy caliente. Se decía a sí misma “No. No. Mañana trabajas. No. Venga. Aguanta”. Pero acabó escribiendo y proponiéndose a ese hombre que había conocido en un aplicación esa misma semana. Como éste le dijo que no pasó al siguiente, y luego al siguiente. Una hora después conduciendo medio borracha hacia la casa de un hombre que apenas conocía, corriendo el riesgo de accidente, multa de tráfico y perjudicando su trabajo al día siguiente. Al día siguiente estaba muy arrepentida y deprimida, y volvía pasarse meses y meses viviendo como una monja, sin salir, sin alcohol, sin apps.
La mayoría de personas adictas sean capaces de ejercer cierto grado de control de su adicción durante periodos considerables de tiempo, lo que ayuda a alimentar la ilusión de que no tienen ningún problema, pero a menos que cure las causas profundas de su adicción que son internas, la reincidencia tarde o temprano será inevitable.
4.- ¿Niegas con todas tus fuerzas que tus problemas tengan que ver con tu adicción?
Cuando los adictos empiezan a acumular problemas, inevitablemente empiezan a negar dos cosas:
1) Que no son capaces de controlar el consumo de “su droga”.
2) Que los efectos negativos en sus vidas tengan alguna conexión con el uso de su droga o actividad.
Las personas adictas suelen negar terminantemente y con mucha pasión su problema, minimizar, evitar el tema, culpar a otros o racionalizar e intelectualizar con frases “si todo el mundo lo hace” “es que yo me merezco un respiro porque trabajo mucho” “eso era antes ahora ya no” “Lo que pasa es que estoy pasando una mala racha”.
Los adictos normalmente culpan a otras personas o a las circunstancias de los problemas que tienen y en consecuencia van perdiendo el contacto con la realidad, por cierto una de las causas nucleares de la adicción.
LA ESENCIA DE LA ADICCIÓN
La adicción es un intento condenado al fracaso de aliviar el dolor emocional que se siente en el interior.
La sobriedad, por tanto, no es dejar de beber, de fumar, de drogarte o depender de una pareja, es volverte a amar tanto a ti misma de nuevo, que ya no necesites beber, fumar, drogarte o depender de nada ni nadie para disfrutar de tu vida.