DISTIMIA: la hermana pequeña de la depresión

Distimia: la hermana pequeña de la depresión
La distimia es una forma de depresión leve, pero de larga duración. También llamada trastorno depresivo persistente.

Tabla de contenidos

QUÉ ES LA DISTIMIA

La distimia es una forma de depresión leve que inicialmente no incapacita para continuar con las obligaciones de la vida. Suele hacerse crónica e, incluso, escalar hasta producir episodios de depresión mayor porque pasa desapercibida para las personas que la padecen que no buscan ni reciben tratamiento.

Las afectadas—dos veces más mujeres que hombres— manifiestan sentir a menudo una infelicidad, tristeza o melancolía sutiles, pero que no desaparecen con el tiempo y que terminan achacando a su personalidad. 

Es que yo soy una persona triste y pesimista por naturaleza. Me he sentido así desde que tengo uso de razón”, aseveraba erróneamente una clienta afectada por la distimia. Cuando la realidad era que existía una causa muy temprana en su vida que había producido su dolor emocional y, al no atenderlo, posteriormente la distimia. 

LA DISTIMIA NO ES TRISTEZA NI INFELICIDAD, AUNQUE AMBAS ESTÁN ENTRE SUS SÍNTOMAS.

SÍNTOMAS DE LA DISTIMIA

Básicamente, los síntomas de la distimia son los de la depresión, pero de menor intensidad y más fluctuantes. 

Los síntomas más persistentes son:

  1. Los sentimientos de tristeza, ansiedad, insatisfacción y «vacío» profundos, que a temporadas se sienten más o menos presentes, pero que nunca desaparecen en lo profundo ni con el tiempo.
  2. La capacidad de parecer “normal” desde el exterior aunque por dentro una se sienta rota.
  3. Baja autoestima.

 

Los síntomas más fluctuantes son:

  • Sentimientos de desesperanza y cuestionamiento del sentido de la vida.
  • Confusión, capacidad disminuida para concentrarse, pensar y tomar decisiones.
  • Apatía, cansancio, fatiga.
  • Periodos de sueño desproporcionado o insomnio.
  • Desórdenes en el apetito y el peso.
  • Anhedonia: incapacidad para disfrutar.
  • Codependencia y dependencia emocional.
  • Entre otros…

 

“Era capaz de parecer normal desde el exterior. De salir, viajar y reírme de las bromas de un amigo, aunque en mi interior me estaba sintiendo rota y vacía”.

LA MAYORÍA DE AFECTADAS POR LA DISTIMIA VIVEN FINGIENDO SER FELICES.

REACCIONES A LA DISTIMIA

Las personas afectadas por la distimia suelen pasar años devanándose los sesos tratando de  descubrir la causa de su tristeza. A menudo cambian su peso, su carrera, sus amigos o su pareja, asuntos superficiales, pero la tristeza sigue inalterable debajo de la superficie.

Erróneamente, las personas afectadas llegan a creer que su malestar no tiene solución porque proviene de defectos de su personalidad y naturaleza innata. Así es como empiezan a utilizar su energía en artimañas para encubrir sus síntomas y no en buscar y resolver la causa (o causas) origen de la distimia. 

Estas son algunas de las artimañas encubridoras:

  • Desarrollan hipervigilancia de los propios síntomas para poder poner en marcha sus planes para encubrirlos.
  • Mienten, fingen o simulan sentirse bien cuando no es cierto.
  • Escapan. En sentido físico, huyendo de la sala, o psíquico, desconectando o utilizando sustancias para anestesiarse, cuando afloran sus síntomas y no quieren que los demás los detecten. 
  • Tratan de compensar su personalidad “defectuosa” con perfeccionismo, belleza, prestigio, dinero, inteligencia o alguna forma de sentirse especiales.
  • Se hacen rígidas e inflexibles respecto a sus rutinas y opiniones para evitar estímulos que detonen sus síntomas.
  • Se desahogan con la comida, los viajes, las compras, el tabaco, el azúcar u otros paños calientes.
  • Se comparan con los demás muy habitualmente, se culpan y reprenden duramente cuando salen perdedoras (Que es a menudo).
  • Se comprometen en relaciones sentimentales duraderas, pero inadecuadas e insustanciales.
  • Publican fotos de viajes, libros, pasajes o activismo en causas para que los demás crean que tienen un “yo bonito y feliz” en su interior. 
  • Se vuelven maniáticas e intransigentes.
  • Juzgan muy duramente a las personas en su interior aunque casi nunca lo dicen ni lo demuestran.
  • Se esfuerzan mucho.
  • Evitan incomodar a los demás por todos los medios. 
  • Fragmentan su personalidad. Escindiendo partes dolorosas que producen más síntomas.

En definitiva, las mujeres afectadas por la distimia están desconectadas de su “verdadero yo” y tratan de conseguir parecerse a la imagen que tienen de lo que es adecuado. Sin tener en cuenta sus deseos, personalidad o experiencias.

LAS AFECTADAS POR DISTIMIA ESTÁN DESCONECTADAS DE SU "YO VERDADERO" EN ALGÚN GRADO.

CAUSA DE LA DISTIMIA

Aunque la causa de la distimia se asocia con el desequilibrio de sustancias en el cerebro, muchas veces de origen hereditario, mi experiencia me ha demostrado repetidamente que su causa origen se encuentra en un trauma sutil o relacional en la infancia.

Muy a menudo las afectadas por distimia afirman que sus síntomas depresivos se hicieron evidentes en la adolescencia cuando estaban en el instituto, a diferencia de las afectadas por la depresión cuyos síntomas suelen asomar ya en el colegio.

Los síntomas condicionaron su futuro al afectar a sus estudios, la elección de su carrera, sus primeras experiencias con amistades y parejas. Y, de esta manera, reforzaron el trauma relacional.

Leer sobre: LOS 3 TIPOS DE TRAUMA

LA DISTIMIA SUELE ORIGINARSE EN LA INFANCIA POR UN TRAUMA SUTIL O RELACIONAL.

LA RECUPERACIÓN: ¿Y qué puedes hacer tú ahora?

1.- Ríndete y asume que no puedes sanar la distimia por tu cuenta. (Ni tú ni nadie)

2.- Acepta que no es esforzarte más lo que necesitas.

3.- Recuerda que tu tristeza, tu sufrimiento y miedo existen por una razón verdadera.

4.-Busca una terapeuta especialista en trauma sutil o relacional o en codependencia.

5.- Busca un grupo de personas que se sienten como tú y empieza a ser auténtica. Primero, será un gran alivio, te lo garantizo. Segundo, recuperarás la energía para reparar la causa origen y que la distimia sea cosa del pasado.

Desviarte del verdadero camino de tu alma es la pérdida más grande que ha producido tu distimia; pero esto tiene solución.

¡No estás sola!

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